¿Es muy difícil desarrollar un evento en Salto? Habría que hablar con el Bocha Ardaix, con Víctor Hugo Solís, gente de probada trayectoria haciendo este tipo de actividades aunque hoy ha cambiado mucho, por ejemplo el tema de la seguridad es carísimo, los caprichos de los artistas, en fin, hay de todo.

Vayamos a una trayectoria limpia y tremenda como fue la del Hermano Germán Camarero, un religioso, español, profesor de Historia, que llegó a dirigir al SAFA de Salto y dada su enrome capacidad de organización trajo a Salto por ejemplo a Los Parchís, unos niños que en base a música y películas coparon el mercado latino, desde su España natal pasando por toda América. También se dio el lujo de traer en su mejor momento a Rafaella Carrá, la inolvidable rubia italiana con sus canciones que enamoraban a todos, su sonrisa y su sencillez. Pero imaginemos lo que habrá sido el trabajo de este hombre que como gran  proyecto tenía mejorar toda la infraestructura edilicia del Colegio y Liceo Sagrada Familia de Salto a partir de lo que decidió traer artistas de renombre y con la ganancia de lo recaudado apostar a desarrollar la institución educativa de sus amores. Germán dejó el alma en la cancha, pero también, dado el conocimiento y aprecio personal que le tenemos, hoy podemos contar, que nos decía de los nervios, el estrés que pasaba para que todo saliera de la mejor manera, para que se cumpliera en tiempo y forma todo lo organizado, Ese hombre, un español consagrado a la vida eclesial, nos mostró qué es organizar algo, qué es hacer desde la honradez un evento y dejó un legado y un listón muy alto para el futuro.

Claro que el Hermano Germán Camarero no actuaba solo, pero su impronta, sus contactos, su enorme capacidad de trabajo eran clave para llevar adelante eventos que, como beneficios colaterales dejaban a Salto la llegada de miles de visitantes.

Porque hay que ser contestes y pensar que venían de todo el Litoral, de Argentina, hasta de Montevideo, gente a ver esos espectáculos que dejaron chiquito al Parque Harriague, que llenaron hoteles y restaurantes y que posicionaron a Salto en el calendario internacional de eventos.

Vayamos a otro punto cerca de Salto. En la Semana de Turismo del año 1999 en Paysandú, para su "Semana de la Cerveza" trajeron nada menos que a Chayanne, el cantante y autor portorriqueño que enamoró a todos con su música desde Miami para abajo. Uno podrá gustar o no de la música de este artista pero que es un hombre de primer nivel, que es un nombre que atrapa todo es indudable. Y Paysandú lo trajo, cantó y dejó a todo el mundo con la boca abierta por la calidad de su arte y por la organización que un cantante de este nivel es capaz de poner sobre el escenario. Es que con gente así todo funciona, hay ingenieros de sonido, hay de todo porque nada queda librado al azar.

¿Estamos muy lejos de esto? Parece que sí, por eso habría que consultar a los salteños nombrados al principio de esta nota que son los que conocemos que han hecho espectáculos de gran nivel, que son lo que saben la logística, los costos, los contratos, porque cuando se comienza por ejemplo anualmente con esa gimnasia después todo es más fácil ya que se estandarizan las normas de la organización.

Salto necesita dar ese paso, volver a traer a esos artistas de renombre que jalonaron nuestros escenarios y que nos posicionaron como un destino importante. 

Acá tenemos muchas cosas, espacio aptos, gente con ganas de trabajar, servicios, transporte, terminal, aeropuerto remodelado, quizás habría que dar el paso que necesitamos a partir de gente que sabe del tema con los apoyos que merecen.