El año que finaliza… ciao 2024
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Por Mario Kroeff Devincenzi
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mkroeff@laprensa.com.uy
Ya pasó 2024 y a punto de entrar al nuevo año. Con total honestidad, fue un año trágico, ganó el Frente Amplio y perdió la Coalición Nacional. Pero no solo eso, ganó por robo el Movimiento de Participación Popular (MPP) y perdió el oficialismo gubernista. Salió victorioso Yamandu Orsi por sobre Álvaro Delgado. Sino te gusta la sopa entonces tres platos: ganaron los tupamaros, perdió la gestión inédita de blancos y colorados, y será presidente un hombre que no calza los zapatos. Es una desgracia y desperdicio multiplicado por tres, pero como ya se sabe vox populi, vox dei, fue victoria tan sorprendente como legítima, chapeau a los ganadores, tanto nacionales como departamentales.
En Salto también ganó la fórmula de Orsi y quedó el Frente Amplio bien posicionado para las elecciones departamentales, no solo porque ganó las nacionales con solvencia sino también por el enorme porrazo electoral de la Coalición Republicana: hay que enfrentar y ganar a los candidatos frentistas a la intendencia, hay pocas ganas, menos plata, mucha desilusión y desengaño.
Me imagino que hubiera dicho Jorge Zabalza con la victoria de sus ex compañeros tupamaros: nuevamente las huestes comandadas por José Mujica al poder y con semejante fuerza a la interna del Frente Amplio. Desde luego que a los efectos de la revolución en ciernes y el cambio de sistema en favor de las grandes mayorías de trabajadores y obreros, nada de nada, todo será mas o menos lo mismo, los mismos traidores de siempre que se alejaron de la revolución y se acercaron al poder sin vergüenza alguna; lo único que pasará es un gasto y despilfarro enorme de plata que se llama “otras velas prendidas al socialismo” con viviendas que no se construyeron, educación que no se reformó, cultura que no transformó las cabezas, empresas públicas que se fundieron y emprendimientos obreros que fracasaron. La aventura del Pepe no prosperó, solo fue un gastadero de plata voluntarista e inútil. Ahora presumo que será lo mismo. Esta es una fatalidad bien concreta y lo digo de frente y sin ambigüedades, me dirán que sangro por la herida y puede ser, pero tengo que hacerlo… Habrá discursos altisonantes y arengas progresisas, pero nada más.
La segunda cosa tragicómica es que perdió la Coalición de Gobierno, una excelente gestión tirada por la borda, una experiencia exitosa de cuatro partidos con muchos y variados aciertos en todo sentido. Todos los números de la economía exitosos, leyes fundamentales votadas y reformas realizadas, índice de popularidad del presidente Lacalle en el podio de América. ¿Acaso era todo mentira? Que ganaran los tupamaros en la antípoda del pensamiento político, económico y cultural, es una señal inequívoca; da pavor y tristeza que se caiga el castillo construido en un abrir y cerrar de ojos, y sobre todo cuando en octubre los votos de la coalición fueron superiores en 100 mil voluntades y un mes después en el balotaje se dio vuelta la pisada y el Frente Amplio, con el MPP a cuestas, ganó con la misma cantidad de votos, antes en contra y luego a favor, inaudito. Igualito en el Uruguay como en Salto, aunque aquí la diferencia fue de apenas un millar de sufragios, cuando un mes antes había sido casi 5 mil a favor de la Coalición. ¿Cómo puede ser? Una frustración enorme, no solo por la derrota electoral sino por la caída de pensamientos y acciones de un nuevo orden consolidado de blancos y colorados, y ahora a resistir y empezar de nuevo… ¡que lo tiró! Es difícil y dura esta carrera…
Y finalmente, la calidad de los candidatos y en particular del presidente electo. Sinceramente a mi me parece que no tiene estatura para conducir el país a buen puerto, si se pone a tocar cosas y con ideas raras, empezará la debacle del populismo desenfrenado con financiamiento voluntarista. No tiene ideas ni convicciones sobre el mundo exterior y sus apetecibles mercados, su orientación es al progresismo regional encarnado el Lula da Silva, el país no es la Intendencia de Canelones y además no percibe con claridad los desafíos enormes económicos y educativos de Uruguay. Con sus dudas respecto a la Reforma de la Seguridad Social terminaremos mal. Su marcha atrás con respecto a la Transformación Educativa y la vuelta de los sindicatos al co-gobierno de la educación es un error garrafal. Justo ahora que se consolida el presidente Javier Milei en Argentina nosotros le damos vuelta la cara y miramos a Brasil. En vez de libertad económica, mercados abiertos, baja de impuestos, desregulación económica, eficiencia y austeridad republicana el Uruguay tomará el rumbo contrario de la mano de Orsi. Primero fue Tabaré y ahora es Yamandú, no tenemos suerte con los pueblos originarios....
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