La magia de la “Navidad” nos va dejando con ese toque de recuerdos y con la mirada de que es un tiempo de reencuentros, donde la familia es una de las partes más importantes. Pero la Navidad no solamente es el día que nos marca el almanaque, sino desde que arranca el mes de diciembre, como que nos abrazamos a ese espíritu de fiesta y que tiene lo que es el armado del Arbolito, algo tan sencillo, pero que sin duda nos llena de alegrías, más allá de las penas que nos pueden acompañar en este tiempo. Las pequeñas grandes cosas son parte de lo sorprendente, momentos mágicos, que nos atrapa esa sonrisa o lágrima o algo que nos despierta admiración, ya que sin duda fue algo inesperado.

La noche del domingo con el encendido del Árbol de Navidad que se ubica en la Plazoleta Roosevelt y que nos sorprendió con esa obra de teatro, que nos trajo a la memoria un poema de Chaplín, que es parte de lo que trasmiten los artistas. Uno esperaba que fuera como tradicionalmente estábamos acostumbrados, que el Intendente, en ese caso el Dr. Carlos Albisu fuera el encargado de levantar la llave. Pero la sorpresa fue el ingreso de una joven que comenzó a entablar una conversación con el conductor (Juan Vicente Román), al que en el juego de palabras lo fue llamando de diferente manera. En el balcón de la Casa de Gobierno la figura de un Rey, que le daba la llama para encender el árbol a la “Juli”, luego un grupo de jóvenes que ensayaron un baile, para luego volver a subir y la voz de Estella Moreira para mostrar lo que estaba por suceder.

Lo que siguió fue asombroso, increíble, nos deslumbró y maravilló, cuando comenzó la cuenta regresiva para el encendido del árbol, como todo ese entorno que mostró ese brillo inesperado, que emocionó a aquellos que lo vivimos en directo, ni que hablar luego de ver lo que fueron las imágenes, con la televisación, con esa magia que es la comunicación. Mostrando el trabajo del Grupo Teatral La Galera, que de la nada sacó un “conejo”, para sencillamente sorprendernos con la magia de la nueva generación de actores. Quizás también un mensaje de confiar en las nuevas generaciones, que con los sencillo, sorprendieron a propios y extraños. Se le dio paso a la imaginación y vaya que nos dejó ese asombro y admiración por las cosas que te puede brindar el teatro.

Los fuegos artificiales que también mostraron ese colorido para miles de salteños que acompañaron el encendido del Arbol de Navidad y en él, los sueños de cada uno de nosotros para los nuevos desafíos. Brillante ese instante y claro, siempre habrá quien pueda señalar lo que no le guste, que es normal, en ese sentido compartimos parte del poema de Charles Chaplín, que sin palabras nos arrancó en su tiempo una sonrisa.

“ La vida es una obra de teatro que no permite ensayos… Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida… Antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

¡Hey, hey sonríe! más no te escondas detrás de esa sonrisa… Muestra aquello que eres, sin miedo.

Existen personas que sueñan con tu sonrisa, así como yo”. “Busca lo que hay de bueno en todo y todos. No hagas de los defectos una distancia, y si, una aproximación”.