Veterinaria relata caso de rabia en gato y alerta sobre falta de protección para profesionales. LA PRENSA habló en forma exclusiva con la médica veterinaria Zuly Mariana Panizza, quien nos  relató  cómo detectó y diagnosticó un caso de rabia en un gato que atendió en la clínica. El animal ingresó el sábado 22 con síntomas como inapetencia, pelo erizado y anorexia. Aunque inicialmente no se confirmaba el diagnóstico de rabia, el domingo 23 el gato empeoró drásticamente, presentando parálisis y decúbito lateral. Fue entonces cuando Panizza, al manipular al animal moribundo, sufrió una  mordedura que la dejó aterrorizada ante las graves consecuencias que podría acarrear.

Ante la sospecha de rabia, Panizza remitió de inmediato las muestras al laboratorio, que confirmó el diagnóstico. Sin embargo, cuando acudió al hospital con urgencia para recibir la vacuna post-exposición, se encontró con la desinformación y falta de capacitación del personal, que se negó a vacunarla, pese a la gravedad de la situación y sus súplicas como profesional de la salud. Panizza pasó momentos de angustia al ser tratada con ignorancia y tener que esperar hasta el día siguiente para poder recibir la vacuna.

Profesionales desprotegidos

La veterinaria resalta que los profesionales del sector están totalmente desprotegidos ante enfermedades zoonóticas como la rabia, que es 100% letal en humanos si no se recibe un tratamiento adecuado a tiempo. Lamenta que no exista un programa de vacunación preventiva para veterinarios y que las autoridades de salud pública no se hayan comunicado con ella durante todo el proceso, dejándola sola ante el peligro.

Ante los síntomas el proceso es irreversible y fatal

Panizza enfatiza que la rabia tiene un periodo de incubación de entre 3 días y un año, pero que los primeros síntomas como encefalitis y dolor muscular son irreversibles y conducen a la muerte. Por eso, la vacuna es fundamental y debe aplicarse el mismo día de la exposición, sin esperar a que aparezcan los signos clínicos. La veterinaria hace un  llamado a la concientización sobre la importancia de vacunar a las mascotas para prevenir la propagación de esta enfermedad mortal y proteger a quienes están en primera línea de atención, como los médicos veterinarios.

Desinformación y falta de protocolos

Panizza lamenta que en el hospital no estuvieran capacitados para entender la gravedad de su situación y la trataran con ignorancia, negándose a vacunarla de inmediato. "No están capacitados para entender la enfermedad o tratarte como ignorante", se queja. Tuvo que insistir en que era profesional y que había remitido las muestras, pero aun así no la quisieron atender. La veterinaria denuncia que no existe un protocolo claro para estos casos y que nadie se comunicó con ella durante todo el proceso, hasta que a los 20 días le confirmaron por teléfono que el diagnóstico era positivo. "Durante todo el proceso desde que me pasó eso y desde que remití la muestra, nadie, nadie", se lamenta.

Rabia: una enfermedad letal

La profesional explica que la rabia es una enfermedad 100% letal en humanos si no se recibe el tratamiento adecuado a tiempo. "Si yo llego, vamos a suponer que a los 3 días empiezo a mostrar síntomas, el cuadro es irreversible. O sea, yo no debo mostrar síntomas. Por eso está la vacuna, tengo que vacunarme el primer día. Porque yo si llegaba a mostrar algún síntoma, era despedirme, porque es letal y no hay vuelta atrás", advierte. La veterinaria subraya que la inmunoglobulina es el tratamiento más eficaz, pero que al pasar el tiempo ya no se la pudieron aplicar y tuvo que conformarse con la vacuna, que tiene menos eficacia. Aún así, está pendiente de la cuarta dosis y espera que la vacuna haga su efecto para evitar consecuencias fatales.

Llamado a la concientización

Panizza hace un dramático llamado a la concientización sobre la importancia de vacunar a las mascotas para prevenir la propagación de la rabia. "Hay que vacunar a los animales, llamar al veterinario y que los vacune. No hay otra en este momento", insiste. La médica veterinaria lamenta que el virus haya saltado de los murciélagos a una especie doméstica como el gato, y advierte que ahora estamos en una situación riesgosa. "¿Qué tenemos que esperar ahora? ¿Que muerda un humano? ¿Que muera una persona humana? , expresa con preocupación.

Finalmente, Panizza agradece a LA PRENSA , medio preocupado por su salud,  y se despidióe, esperando que su experiencia sirva para tomar conciencia sobre la necesidad urgente de proteger a los veterinarios, vacunar a las mascotas y mejorar los protocolos de atención ante casos de rabia. "Quiero pensar que va a salir todo bien y que esto sea el principio para tomar conciencia", concluye.