
Cheina Indumentaria abrió sus puertas en Salto /
El sueño hecho realidad de Georgina Mogliazza
La joven emprendedora inaugura su primera tienda física con una propuesta que combina moda uruguaya, atención personalizada y talles inclusivos
Del living de su casa al corazón del centro
La historia de Georgina Mogliazza es la de muchas emprendedoras que comenzaron con pocos recursos, pero con una gran determinación. En 2020, en plena pandemia, empezó vendiendo indumentaria confeccionada por otras emprendedoras uruguayas desde el living de su casa. Con transmisiones en vivo, sesiones de fotos y un trato directo con sus clientas, fue construyendo un emprendimiento que, tres años después, se materializa en un local físico.
“Siempre tuve la impronta de apostar por la industria uruguaya. Al principio fue un showroom en casa, pero las clientas me pedían un lugar físico para probarse la ropa. Este año surgió la oportunidad de instalarme en el centro y me arriesgué”.
El nuevo local de Cheina Indumentaria se ubica en Soca 127 bis, en pleno centro de Salto. La inauguración oficial se realizó con un corte de cinta a las 19 horas de ayer viernes, y a partir de las 20 el público ya pudo recorrer el espacio y conocer la propuesta.
Horarios pensados para la vida real
Una de las particularidades de Cheina es su horario extendido. La tienda atenderá de 10:30 a 20:30 de forma continua, con flexibilidad para adaptarse a las necesidades de las clientas. “Muchas personas salen de trabajar al mediodía o más tarde y no llegan a otros comercios. Si me escriben por WhatsApp, coordino para abrirles, incluso fuera de horario. Lo importante es que puedan encontrar lo que buscan sin apuros”, explica.
Moda inclusiva y personalización
Cheina ofrece indumentaria femenina y calzado de cuero fabricado en Uruguay, con la posibilidad de personalizar diseños, colores y alturas de botas o zapatos. “Me gusta que las clientas tengan algo único, que combine con una chaqueta especial o un look para un evento importante”, señala Georgina.
En cuanto a talles, la propuesta es inclusiva, los jeans, por ejemplo, van desde el talle 34 al 52. “Pienso en las personas muy menuditas y en las que tienen cuerpos más grandes. A veces cuesta encontrar ropa que quede bien y que sea linda, no solo básica. Si me piden algo que no tengo en stock, lo consigo”, asegura.
La tienda combina ropa casual, formal y de fiesta, adaptándose a diferentes estilos y momentos del año. Con la llegada de la temporada de la nostalgia, ya hay prendas festivas listas para lucir en eventos especiales.
El significado detrás de Cheina
El nombre Cheina no es casual. Surgió en 2019, antes de iniciar el emprendimiento, como un juego de palabras entre los nombres de su familia. Con el tiempo, se convirtió en un símbolo personal de transformación. “Ponerle ese nombre fue parte de un cambio interno. Hoy, abrir el local es una extensión de ese crecimiento personal y profesional que he vivido en estos cinco años”, reflexiona.
Más que clientas, una comunidad
Georgina no ve a las otras tiendas como competencia, sino como aliadas. Ha colaborado con otras emprendedoras en sesiones de fotos y prefiere comprarles a ellas antes que a grandes cadenas. Su filosofía se basa en el contacto humano y la atención personalizada.
“Me gusta aconsejar según la colorimetría y el evento. No se trata de vender por vender, sino de que la persona se lleve algo que la haga sentir linda y cómoda, sin importar el talle”, afirma. El eslogan de Cheina, “Indumentaria que te luce”, refleja esa visión.
La relación con sus clientas también se ha fortalecido a través de las redes sociales. Georgina realiza transmisiones en vivo para mostrar productos y conversar. Los domingos a las 20 horas transmite por Facebook, mientras que los martes y jueves a la misma hora lo hace por TikTok. Así, ha llegado a clientas de otros departamentos, como Maldonado o Young.
Un emprendimiento familiar
Aunque Georgina es el rostro visible del negocio, Cheina es un proyecto familiar. Su madre, prima y hasta su hermana colaboran en la preparación de pedidos y atención. Incluso su padre, aunque no participa en los vivos, la acompaña en la entrega de pedidos a los barrios más alejados. “Uno cree que puede hacerlo todo sola, pero siempre hay alguien que te apoya: familiares, amigos, clientas. Ellos también son parte del logro. A veces un simple abrazo o una mano para subir cajas marca la diferencia”, reconoce.
Detalles que hacen la diferencia
El vínculo con sus clientas va más allá de la transacción comercial. Georgina acostumbra incluir pequeños obsequios en los pedidos, como bombones, o realizar sorteos para premiar la fidelidad. “Si no me compraran, no estaría donde estoy hoy. Ellas también son parte de este sueño”, afirma.
Un espacio para todos
Aunque la tienda se especializa en indumentaria femenina, Georgina invita a todos a visitar el local. “Si no es para vos, podés llevar un regalo para tu madre, hermana o amiga. Lo importante es compartir un poco del cariño que yo recibo cada día”.
Un futuro en crecimiento
Con la apertura del local, Georgina Mogliazza comienza una nueva etapa, sin abandonar sus raíces digitales ni la cercanía con sus clientas. Su objetivo es seguir creciendo, expandiendo la propuesta y manteniendo la esencia que la llevó hasta aquí, moda uruguaya, atención personalizada y un trato humano que convierte cada compra en una experiencia. La invitación está abierta, Cheina Indumentaria, Soca 127 bis, Salto. Un lugar donde la moda no solo se viste, sino que se vive.
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