
Humanismo y bisturí /
Una charla con el cirujano Dr. Martín Salvatierra
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Por Pedro Rodríguez
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En un mundo médico cada vez más influenciado por la tecnología y la inmediatez, el Dr. Martín Salvatierra se destaca por mantener viva una esencia fundamental de la medicina: el contacto humano. Médico cirujano, especialista en gestión hospitalaria y emergencias, Salvatierra ha construido una carrera ejemplar desde el interior del país, particularmente en Salto, donde se formó, echó raíces y hoy continúa brindando atención con calidez y compromiso. Durante una extensa entrevista, con Pedro RodrÍguez en LA PRENSA STREAMING, el Dr. Salvatierra repasó su recorrido, su formación como primer residente de cirugía en el hospital local y el legado de su mentor, el Dr. Campos. Con humildad y un tono profundamente reflexivo, subrayó que más allá de las técnicas y la precisión del bisturí, el verdadero valor del médico está en su humanidad.
Comunicar para curar
Uno de los pilares de su filosofía médica es la empatía. "La Facultad no te enseña a comunicarte con el paciente", afirma. Según el Dr. Salvatierra, la relación médico-paciente atraviesa una crisis en muchos ámbitos, pero su reconstrucción es posible si se regresa a las bases: mirar a los ojos, escuchar y dedicar tiempo real a la persona detrás del diagnóstico. La cirugía, afirma, no es un acto aislado. Es parte de un proceso más amplio que empieza con la preparación emocional y técnica del paciente, y termina mucho después de que finaliza la intervención. "El seguimiento posoperatorio es clave", enfatiza, apuntando que un buen cirujano debe estar presente antes, durante y después del procedimiento.
Tecnología sí, pero sin perder el alma
Respecto al avance tecnológico, Salvatierra es claro: la innovación ha transformado la cirugía. En Salto, fue parte del grupo pionero que introdujo técnicas miniinvasivas como la laparoscopía, lo que redujo significativamente el tiempo de recuperación y el impacto en los pacientes. No obstante, advierte que la tecnología jamás debe desplazar la dimensión humana de la medicina. "Podemos tener robots, pero no podemos perder la compasión", dice con firmeza.
Más que bisturí, corazón
El doctor también se refirió a su evolución personal. Habló de cómo situaciones difíciles, tanto profesionales como personales, lo ayudaron a reenfocar su manera de ejercer la medicina. “Uno aprende con los golpes”, reconoce, y destaca que atender menos pacientes le ha permitido brindar mejor calidad asistencial, escucharlos más y comprender más profundamente sus miedos y necesidades. Esa sensibilidad también le permite, dice, detectar cuándo un paciente tiene una actitud derrotista o necesita un empujón emocional para enfrentar una enfermedad compleja. “Ese vínculo puede hacer la diferencia”, asegura.
El futuro de la cirugía y la prevención como norte
Sobre el futuro, el Dr. Salvatierra es optimista. Cree que la cirugía oncológica evolucionará hacia tratamientos cada vez más personalizados gracias al estudio genético y la nanotecnología. Pero insiste en que el verdadero avance está en la prevención. “Seguimos viendo casos de cáncer de colon o mama que podrían haberse detectado antes. Hay que invertir en educación y diagnóstico precoz”. Para cerrar, el periodista compartió una anécdota, de tipo familiar, donde una decisión clínica suya permitió a un paciente vivir más de una década tras una cirugía complicada. “Eso es lo que te marca”, dijo. Y así, con su tono calmo y su convicción intacta, dejó claro que, en su quirófano, el bisturí corta con precisión… pero quien opera es el corazón.
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