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“Ya no es necesario estar debatiendo el tema todos los años en las comunas”, afirmó el presidente de la Cámara Uruguaya de Fuegos Artificiales, Gustavo Prato, en relación a la ley N.º 20.246, que regula la comercialización de pirotecnia en nuestro país desde el año 2023. La norma, señaló, es fruto “de un trabajo de cuatro años de los diputados, los senadores, con mucha investigación, trabajos prácticos, teóricos, asesoramiento de todo tipo, consultas a reglamentos de la Unión Europea, de China, Estados Unidos; o sea, se habló de decibeles, que es una medida compleja, interesándose en el tema, aprendiendo, y aplicándolo correctamente”.

Prato recordó que antes de esta norma “cualquiera decía un número, y a veces el número no tenía nada que ver con la realidad. Por eso es que se hizo la ley, que creo que es restrictiva para el rubro, pero es, sobre todo, me parece, una ley que da una tranquilidad a la sociedad y a las intendencias, que busca un término medio entre las personas que no disfrutaban de este tipo de productos y de quienes sí celebran las fiestas y les gusta tradicionalmente”.

DECIBELES

Prato insistió, en que los decibeles son “una medida súper compleja, difícil de interpretar inclusive para nosotros mismos lo fue”. Y que de hecho la ley tuvo modificaciones luego de contar con media sanción en 2021 por la Cámara de Diputados, “porque se aprendió más sobre decibeles. No es una medida que manejemos en el día a día, manejamos metros, kilómetros por hora, son cosas con las que nosotros estamos familiarizados”. A este desconocimiento atribuyó algunas normas más restrictivas previas a la ley, como el caso de la que aprobó la Junta Departamental de Pausandú en 2021. “Creo que en Paysandú ponían 50 decibeles (en alusión al Decreto N.° 8324 – 2021), que tú salís al centro de Paysandú y nunca va a bajar de 70, en un día normal, y va a haber de 75 a 80, y por minuto va a pasar un ruido de 100 decibeles tranquilamente, cualquier camión, cualquier cosa. Porque se opuso un número sin estudios previos, sin ningún asesoramiento de ningún tipo”, manifestó. “Es como que yo no supiera nada de fútbol, fuera a legislar sobre a cuánto estaría la tribuna de la cancha de juego y dijera bueno, está a cuatrocientos metros por el riesgo de un pelotazo. Yo no sé nada de fútbol, legislé, pero algo en su momento había que hacer”, dijo.

SIN CRÍTICAS

El presidente de la gremial del sector agregó que no es el propósito de la institución “criticar nada”, y solamente están tratando de mostrar “que la ley nacional tiene un parámetro de límite, un límite restrictivo para el rubro, que saca de la venta todo lo que eran petardos, artículos exclusivos para hacer ruido, lo que producía el 90% de la polución sonora, lo retira; permite sí algunos productos con impacto sonoro leve para producir color”. En esto puntualizó que existe un error de concepto “cuando se habla de impedir la pirotecnia sonora, en realidad debería decirse que se prohíbe la pirotecnia con límites superiores a 110 decibeles”, y adelantó que en dos años ese límite bajará a 105. “Parecería que fuera muy poco, pero 105 es casi tres veces menos de ruido que 110 (decibeles). Nosotros mismos no teníamos mucha idea de esta medida, y bueno, se fue aprendiendo”, comentó.

CAMPAÑAS

Las campañas que se vienen realizando en los últimos tiempos en contra de la pirotecnia “no han perjudicado tanto al sector”, aseguró, en la medida que “nosotros nos estamos readaptando a traer productos que se adapten a la nueva ley. Ya lo veníamos haciendo desde antes, pero ahora tenemos que desarrollar mucho más, porque todos los productos van a estar bajo esos parámetros”, dijo. Prato aseguró que no ha sido tanta la caída de las ventas “porque realmente en la sociedad la mayoría todavía mantiene la tradición de festejar con fuegos artificiales, lo que pasa es que a quienes le gustan los fuegos artificiales no se manifiestan tanto en las redes y no salen a hacer campaña”.

Eventos masivos

En este sentido destacó que se siguen haciendo eventos masivos de fuegos artificiales con mucha convocatoria. “Se hace en Maldonado la Gala de luces, en La Barra, que lleva 150.000 personas; tiene alguna crítica por las redes pero si van 150.000 personas quiere decir que a la mayoría le gusta”. También se hacen eventos de este tipo en Tacuarembó y en Piriápolis, “no se está haciendo en Montevideo como antes, pero es por un tema de que va demasiada gente y es difícil de controlar. Está clarísimo que los fuegos artificiales todavía siguen llevando mucha concurrencia, obviamente ahora estamos atendiendo esta parte de tratar de no perjudicar a nadie, pero la gente a la tradición siempre la mantuvo”.

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