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María Rosalba Rossi Juanicotenea, de 67 años, vive hace más de una década en silla de ruedas. Su sobrina, Graciela Goncalvez Cunha, contó que la situación se volvió crítica: “Hace unos 15 años que está en silla de ruedas porque tiene fibromialgia. Se operó de la rodilla, pero quedó mal. La silla que tiene apenas anda en la casa, está desecha”, explicó.

Según Graciela, la familia ha intentado reparar el equipo, pero los costos son demasiado altos. “Una silla nueva sale más de 20 mil pesos. Hemos golpeado puertas por todos lados y nadie nos ha dado una respuesta, ni ayuda”.
Una necesidad urgente, una silla fuerte

Por su contextura, la nueva silla debe ser más ancha y resistente que las comunes. “La señora está cerca de los 100 kilos, entonces la silla tiene que ser fuertecita y ancha. Las que hemos visto son chicas, de 46 centímetros, y ya no entra”, detalló. Además, la actual silla presenta ruedas finas y un deterioro importante, lo que impide que María Rosalba pueda salir de su casa. “Uno quisiera sacarla a dar una vuelta, pero la silla está bastante mala”, expresó Graciela.
Un pedido de ayuda

Ante la falta de respuestas institucionales, la familia recurre a la solidaridad de la comunidad. “Si alguien tiene una silla para donarla o prestarla, sería una gran ayuda”, señaló. Si alguien puede colaborar comunicarse con Graciela Goncalvez Cunha al teléfono 092 308 405. “Ojalá que aparezca una solución rápida y pronta para esta persona que está necesitando hoy de la solidaridad”.

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