En Brasil, el presidente, Lula da Silva, aseguró ayer que el accidente doméstico sufrido el fin de semana "fue grave, pero no afectó ninguna parte más delicada".  El mandatario brasileño se refirió por primera vez a la caída que sufrió en el baño del Palacio de la Alvorada, residencia oficial, el sábado, que lo privó de viajar a la cumbre de los Brics en Kazan.

En un llamado con el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) a la alcaldía de Camacari, en el estado de Bahía, Lula aseguró que todavía aguarda una evaluación médica para tener noción del impacto del golpe.  La conversación con Luiz Caetano fue grabada y divulgada en redes sociales por el propio candidato, luego de que le preguntara a Lula cómo estaba de salud.

"Estoy bien, sí. Tuve un accidente. Una idiotez mía. Fue grave, pero no afectó ninguna parte más delicada. Cualquier cosa en la cabeza es muy fuerte. Entonces estoy cuidándome, los médicos dicen que debo esperar por lo menos 3 o 4 cuatro días más para saber cuál fue el estrago por el golpe", dijo Lula.  El presidente de Brasil llegó a bromear con Caetano que necesita "sobrevivir" para ir a la ceremonia de asunción de su correligionario, que irá a las urnas el domingo en la segunda vuelta de las elecciones municipales.

Lula cayó en el baño de la Alvorada, se golpeó la nuca y necesitó cinco puntos en la cabeza el sábado. El domingo estaba previsto que embarcara hacia Rusia, y ayer trabajó desde la residencia oficial.