En una entrevista exclusiva con LA PRENSA, el Intendente de Salto habló sobre sus primeros tres meses de gestión, los desafíos económicos, el cese de funcionarios y su visión para el departamento. Cuando las puertas del Palacio Córdoba volvieron a abrirse para albergar a un Intendente de Salto, la escena no pasó desapercibida para esta entrevista. La misma sala en la que alguna vez despachó Germán Coutinho luce hoy remozada, iluminada, tecnificada y con ese aire de respeto institucional que se había perdido. Atrás quedaron las imágenes de humedad, goteras y telarañas que marcaron los últimos años de gestión. "Es necesario dar una buena imagen", deslizó Carlos Albisu fuera de micrófonos, mientras repasaba que por allí pasan ministros, inversores y autoridades nacionales. Una nota de color que condensa un cambio de fondo: la intención de poner en valor, no solo un edificio histórico, sino una intendencia con signos evidentes de deterioro.