El ingeniero agrónomo Esteban Montes, técnico del Instituto Plan Agropecuario, analizó el comportamiento del mercado internacional de la carne y su influencia en las exportaciones de carne bovina uruguaya, así como también la evolución de los precios y su afectación en la ganadería uruguaya. El 2024 dejó prácticamente el mismo volumen de exportación de carne vacuna que el año anterior, sin embargo, el comportamiento de los precios fue lo opuesto y con referencias de precios al cierre del año, que se asemejan a los registrados en 2022, un año de precios destacados para el sector cárnico.

El profesional indicó que “las exportaciones de carne bovina, hasta noviembre, suman aproximadamente 430.000 toneladas, y es probable que al cierre del año alcancemos unas 480.000 toneladas, en línea con los volúmenes de años anteriores”. “Lo interesante de 2024 ha sido el comportamiento de los precios”, dijo Montes, quien señaló que “si bien el índice medio de exportación ha sido algo inferior al de 2023, la evolución ha sido distinta” y explicó que “en 2023, los precios comenzaron altos, tuvieron un pico en mayo y luego cayeron constantemente hasta fin de año. En cambio, este año iniciamos con valores bajos, pero a partir de junio han mejorado significativamente”. En diciembre, “los precios (de la tonelada de carne vacuna) se acercan a los niveles de 2022, un año destacado por sus altos valores” indicó y remarcó que “según el índice medio de exportación de los últimos 30 días, los precios podrían igualar los de 2022, lo que sería muy positivo”.

Mercados

Según el profesional, China registró alrededor de 154.000 toneladas exportadas, mientras que Estados Unidos alcanzó entre 120.000 y 130.000 toneladas, lo que muestra una demanda muy cercana entre ambos mercados. En cuanto a Estados Unidos, “el país enfrenta un stock vacuno históricamente bajo debido a la sequía, lo que ha generado una mayor dependencia de carne importada para abastecer su mercado interno”, indicó Montes, quien agregó que esta situación “ha impulsado la demanda de carne uruguaya, además de la de otros proveedores como Brasil y Australia”. Señaló que “si Estados Unidos mantiene su demanda como en 2024, es probable que los precios internacionales continúen firmes en 2025”. En el caso de China, “aunque sigue siendo un comprador importante, ha adquirido carne a precios más bajos” durante el año pasado, “lo que podría cambiar si la presión de demanda desde Estados Unidos se mantiene”. A nivel del mercado interno, “la disponibilidad de maíz barato sería clave para el negocio de engorde a corral, ya que reduciría costos y aumentaría la rentabilidad” del sistema. Desde su análisis Montes indicó que esta situación de los corrales “incentivaría una mayor demanda de animales de reposición, dinamizando la cadena productiva”.