Hoy estamos en un mundo cada vez más dividido y donde cada uno quiere tener su verdad o por lo menos mostrar a través de lo que son las redes de comunicación, su punto de vista. No es algo nuevo, sino que se viene incrementando en los últimos tiempos, sobre todo con lo que es la mirada política, que viene desde hace muchos años, cuando dividieron los que estaban de acuerdo con una postura a la derecha y los otros a la izquierda. A partir de ahí, pero quizás desde mucho ante, cada persona que tiene una idea, trata de defenderla y luego están las Instituciones que son sin duda la parte más importante, a la cual tenemos que respetar. No siempre es así y de no hacerlo, se transforma en una dictadura, que no importa si es de un lado u otro, es lo que alguien impone a través de la fuerza o contando con el apoyo de quienes lo siguen. La lucha por el poder es cada vez más importante y donde las ideas son las que muchas veces dividen al hombre, ese común, como muchos que transitamos por ese mundo, pensando que en algún momento tengamos la lucidez de encontrar el mejor camino. No es tarea sencilla y cada tanto tenemos la posibilidad de elegir las autoridades a través del voto, que si se respeta a las mayorías, podemos decir que vivimos en una democracia justa, participativa. Cuando no se respeta la voluntad popular o las mayorías, entramos en otro camino, en este sentido, Uruguay muestra cada cinco años, con el voto de la gente, que gobierno elegimos. En los últimos años, se ha dado gobiernos de alternancia y con diferentes miradas, más allá que al momento de gobernar, la realidad es una, donde no solamente hay que mirar lo nuestro, sino también la región, o el mundo todo. Cada vez más consumista y donde la economía es la que marca el rumbo, por eso los números no pueden dejar de mirarse, caso contrario podemos encontrarnos con problemas en la economía, que siempre lo termina pagando el ciudadano.

Pero todo esto no es de ahora, hoy contamos con nuevas realidades comunicacionales, que nos permite conocer al momento lo que pasa en cada rincón del planeta y lo seguimos como si lo estuviéramos viviendo en carne propia.

Una realidad que nos lleva a que podamos opinar sobre distintos temas y muchas veces siguiendo lo que son las redes, nos encontramos con situaciones que muestran realmente que no estamos o no transitamos por el mejor camino.

De algún tema se puede transformar en una situación política, donde cada uno busca su mejor manera, para tratar de captar aquellos que nos encuentra distraídos o sin el conocimiento de la realidad.

Es donde vemos con mayor fuerza los enfrentamientos de miradas diferentes, pero además con el agravio fácil y muchas veces con palabras que no son las mejores, pero es la realidad que nos toca vivir en este nuevo siglo, con la comunicación más cerca de cada uno de nosotros.

Distintas situaciones que día a día nos encontramos y donde el agravio es lo que cada uno de nosotros lo tenemos a flor de labio, como si fuera algo que nos diera esa marca de querer imponer la idea propia.

Hoy en un mundo donde todo se hace más sencillo y ya no se utiliza aquella vieja pileta de hormigón para lavar la ropa, con aquellos jabones en barra, que hacían que nuestras manos tuvieran ese momento para refregar lo que estaba sucio.

Todo fue cambiando para tener menos esfuerzo y mayor comodidad, hoy es apretar un botón, para que se lave sólo, ya no está ese hormigón fuerte que permitía que se mantuviera firme debajo de la canilla, esperando colocar la ropa para lavar.

Es que prácticamente vivimos pendiente de un botón y nos despertamos en la mañana para conocer lo que pasa en el mundo, en ese aparatito, que si bien no lava la ropa, puede llegar a lavar nuestras mentes, ya que es imposible no convivir con él.

Ahí nos enteramos de todo y también nos controlan o saben de primera mano lo que podemos llegar a pensar o precisar.

Un mundo cada vez más enfrentado y dividido, quizás pensado por aquellos que saben, que mientras el “Circo” funciones, es más fácil poder lograr manejar en esa pileta, que cada vez es más difícil de manejar, más allá de que solamente se pueda hacer con un botón.

Quizás sería momento de mirar al pasado y tratar de que el hormigón de la pileta, nos permita navegar por aguas mucho más claras.