Con tan solo 18 años, Sebastián Dalmao ya se ha ganado un lugar destacado en el rugby uruguayo. Jugador de Trébol de Paysandú, Vaimaca de Salto y Los Teritos, este joven deportista se coronó campeón en el reciente Sudamericano con la selección juvenil de Uruguay. En una entrevista para LA PRENSA Streaming, compartió su pasión por el rugby, la disciplina que requiere y su visión sobre el futuro.

Un inicio casual que se convirtió en pasión

Sebastián Dalmao comenzó en el rugby gracias a la invitación de un compañero de escuela. "Desde chico arranqué en las categorías infantiles". A pesar de probar otros deportes, siempre volvía al rugby, una decisión que describió como "lo mejor que hice". Lo que más lo cautivó fue el compañerismo que este deporte fomenta: "Es algo que muy pocos deportes tienen, la calidez y los vínculos que se generan". Para él, el rugby no solo es una actividad física, sino una forma de construir amistades duraderas.

De los entrenamientos locales a representar al país

El camino de Sebastián ha sido marcado por su dedicación. Su rutina incluye entrenamientos diarios, con descansos estratégicos para recuperarse después de los partidos. "Uso los lunes para recuperar y los viernes para bajar el estrés". Su compromiso no solo se refleja en el campo, sino también en su mentalidad. "Lo más desafiante no es llegar, sino mantenerse". Con su participación en clubes locales y en Los Teritos, Sebastián reconoció el apoyo de su entorno: "Mis compañeros y entrenadores siempre me dieron para adelante". Destacó especialmente a Martín Mendaro, quien confió en él desde el inicio y lo ayudó a llegar al preseleccionado.

La presión de la competencia y el orgullo de representar a Uruguay

Sebastián también habló sobre cómo maneja la presión en los partidos importantes, especialmente en torneos internacionales. "Es difícil, pero hay que saber relajarse antes del partido para dar el 100% en la cancha". Este enfoque le permitió destacarse en el reciente Sudamericano, donde su equipo se consagró campeón. El apoyo de su familia ha sido fundamental en su camino. Sus padres y hermanas no solo lo motivan, sino que lo acompañan siempre, ya sea en persona o a la distancia. "Cuando ganamos el Sudamericano, mis hermanas casi lloran de emoción al verme por televisión".

Un ejemplo para los jóvenes salteños

Sebastián sabe que su historia puede inspirar a otros. Con humildad y una gran disciplina, busca no solo superarse como jugador, sino también como persona. Para él, el rugby es más que un deporte; es una herramienta de formación integral que enseña valores como el respeto, el trabajo en equipo y la perseverancia. Con un futuro prometedor por delante, ya se prepara para los próximos desafíos. "Cada viaje y cada partido son una nueva aventura que aprovecho al máximo". Sebastián Dalmao con el objetivo de seguir creciendo en el deporte, demuestra que, con esfuerzo y pasión, los sueños se pueden alcanzar.