Avenida Manuel Oribe /
Un camino marcado por los siniestros de tránsito
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Por Pedro Rodríguez
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pedrorgz@vera.com.uy
Un rostro herido, una historia recurrente
El pasado viernes, una mujer sufrió un accidente en la avenida Manuel Oribe, la principal vía de acceso a nuestra ciudad por el este. Según el testimonio proporcionado por su abogado, la causa del siniestro fue un pozo en el asfalto, un problema que no es nuevo ni aislado en esta transitada avenida. Aunque el incidente dejó su rostro gravemente afectado, la mujer sobrevivió y decidió, indignada, autorizar la publicación de su imagen como un llamado de atención a las autoridades y a la comunidad.
Un historial de tragedias
Lamentablemente, este accidente no es un caso aislado. La avenida Manuel Oribe ha sido escenario de numerosos siniestros de tránsito, algunos de ellos con consecuencias fatales. Es una realidad que prácticamente a diario se reportan incidentes en esta vía, convirtiéndola en un punto crítico para la seguridad vial en nuestra ciudad.
El estado de la calle es un factor que contribuye significativamente a estos accidentes. Los baches, el mal estado del asfalto y la polvareda son riesgos latentes que dificultan el control de los vehículos y aumentan las probabilidades de choques y caídas. En una zona de alto tránsito, estas condiciones son inaceptables y requieren una solución urgente.
Es cierto que los accidentes de tránsito son fenómenos multicausales. Como se ha dicho, mientras existan cuerpos en movimiento, existe la posibilidad de colisión. Sin embargo, reducir estos incidentes a una cuestión inevitable sería simplista e irresponsable. Los factores humanos, como la imprudencia al volante o la falta de atención, se suman a las condiciones adversas de las vías. En este caso, el estado deplorable de la avenida Manuel Oribe actúa como un agravante que pone en peligro a conductores, motociclistas y peatones.
Responsabilidad compartida, soluciones necesarias
La seguridad vial es un desafío que involucra a todos: autoridades, conductores y la comunidad en general. Pero la infraestructura es un pilar fundamental que no puede ser descuidado. Mejorar el estado del asfalto, reparar los baches y mantener condiciones adecuadas de visibilidad son acciones básicas que las autoridades deben priorizar para garantizar la seguridad en esta avenida.
Por otro lado, los conductores también tienen un rol fundamental. Respetar las normas de tránsito, moderar la velocidad y estar atentos a las condiciones del camino son medidas que pueden prevenir accidentes. Sin embargo, pedir prudencia a los usuarios de una vía en tan mal estado es, en cierto modo, pedirles que enfrenten una situación injusta e innecesaria.
La historia de esta mujer que sobrevivió para contar su experiencia debe ser una alarma para todos. No podemos permitir que la avenida Manuel Oribe siga siendo un símbolo de negligencia y peligro. Es momento de exigir a las autoridades locales que tomen medidas inmediatas para reparar y mantener esta vía en condiciones seguras.
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