Durante los primeros días de enero, la capital de nuestro departamento, presenta un ritmo diferente al habitual. La ciudad está marcada por una notoria baja del tránsito vehicular, sorpresivamente a las “horas pico” no se forman embotellamientos, hay espacios libres para estacionar en un amplio perímetro del centro, incluyendo a la denominada “Zona Azul” de aparcamiento medido y con costo. Por ende, menos personas se ven transitando las calles, especialmente, a determinadas horas, todo lo que genera una sensación general de calma, de siesta, pasado el mediodía, extendida.

Calma, solo quebrada por aquellos que seguimos laburando, que apuramos el paso, esquivando el fuerte sol y buscando la agradable y necesaria sombra. Todo, lo que deja en claro que muchos de nuestros residentes en esta capital del citrus, termal y hasta de la frutilla, se encuentran de vacaciones, lo que produce esa sensación de ciudad semivacía. 

Movida a la noche...

Pero al caer la noche, hay una movida, que disfruta de la ciudad, sumándose a los salteños, los que han elegido vacacionar aquí, que para nuestra sorpresa no son pocos. Se evidencia en los establecimientos gastronómicos, que muestran una actividad “normal” y hasta superior si se quiere, porque el hasta ahora benigno verano que vivimos, invita a trasnochar y disfrutar de la brisa fresca que se da, alargando la tertulia ante una mesa y bebiendo algo. Situación idílica, sorpresiva de un verano hasta ahora benigno, inusual, y mas que deseable, que se anuncia, se estará terminando este fin de semana.

Temperaturas elevadas

Porque ya estamos viviendo, una sostenida suba de temperaturas elevadas. Todo lo que llevaría a tener que soportar la semana entrante la primera “ola de calor” con temperaturas extremas, de 40º y más, según se pronostica. Justo cuando culmina la primera quincena de enero, y muchos volverán a la rutina y otros, comenzarán sus vacaciones, en ese rotar natural de los meses de enero- febrero y parte de marzo.

Nuevo éxodo de vecinos

Por lo que, tras unos días de apurada normalidad, entre el 14 y 16 de enero, la señalada calma, volverá a instalarse, al registrarse un nuevo éxodo de vecinos de nuestra ciudad a destinos elegidos para sus vacaciones, en general de no más de 15 días, que todos deseamos y anhelamos llegar y disfrutar. Pero, como todo pasa muy rápido, muy pronto todo esto, quedará atrás y la rutina y el apuro ciudadano, volverá a ser lo que ahora, estamos, extrañando, aunque parezca increíble. Así somos.