Una de las arterias más usadas de Salto es Julio Delgado bien allá en el norte, cerca del entronque con Apolón de Mirbeck que ahora se llama Ramón José Vinci. Es muy ancha por lo que algunos aprovechan para dejar estacionado eternamente autos, camionetas, camiones, lo que ya es decir.

 Pero a eso hay que agregarle que ha empezado a deteriorarse mucho, demasiado, en las cuadras finales, allá cuando se encuentra con Herrera y Obes, con Nicanor Amaro. Pozos, en algunos espacios directamente falta bitumen, piedras, sobrerrelieves, generan cambios en una estructura que venía bien por mucho tiempo, años quizás, y que era usada por los salteños.

Es una vía directa para tomar luego a la Costanera Norte en la zona propia del Ayuí con todo lo que ello genera de movimiento de ida y vuelta de esa zona tan emblemática para los salteños, aunque ahora hace meses que los "arreglos" de la Avenida Ramón Vinci se detuvieron y no hay visos de retomar los trabajos ni explicaciones que se den con ánimo de ser claros por un problema que se generó por empezar algo que no se sabía cómo iba a seguir. Quizás se buscaba el impacto visual rumbo al tiempo electoral, hay cada cabeza.

Empiezan a surgir por todos lados todo lo que hace al acto electoral que pasó. Por ejemplo, en el circuito céntrico ubicado en la Oficina de Trabajo de Salto, calle Brasil a metros de Joaquín Suárez, votaba en su inmensa mayoría gente mayor, por lo que muchos llegaban con acompañantes, con bastones, muletas, hubo gente que votó en sillas de rueda. Lo lógico tratándose de personas cargadas de años pero con un enorme respeto a la democracia y ávidos de votar.

 Pero se dio que cada tanto aparecía uno de esos votantes con certificado o pidiendo para no hacer la cola y pasar de largo debido a sus problemas, que eran verdad, pero el tema es que los que estaban esperando no eran Tarzán, sino gente cargada de años y problemas de salud, lo que a veces generaba comentarios. Quizás en el futuro haya que prever desde la Oficina Electoral poner menos personas en esta clase de circuitos pues un gran porcentaje, por el lógico paso de los años, se mueve con dificultades o necesita apoyos en personas o aparatos lo que complejiza todo.

Después de la elección nacional, vamos rumbo al ballotage, por lo que tendremos otra jornada cívica con voto obligatorio, claro que al entrar al cuarto secreto habrá solo dos opciones, Orsi o Delgado, o votar en blanco o anulado, pero será más sencillo. Eso sí, habrá de nuevo movilizaciones, delegados, autos de alquiler, taxis, viandas, otros buen día de democracia pero también de movimiento económico.