Cómo impacta la tecnología digital en el acceso a obras literarias, autores, análisis de esos textos.

En la actualidad, el acceso a la literatura está facilitado por las redes digitales, sin embargo, dicho fenómeno tiene distintos vértices a analizar: por un lado, la facilidad del alcance a las obras literarias tanto para ocio como para su utilización por parte de profesores y estudiantes se presenta como un recurso oportuno en la educación, el desafío está en mostrar cómo hacerlo y las mejores vías; por otra parte, la digitalización actual supuso un grave problema en la vulnerabilidad de los derechos de autor que habría que analizar y concientizar.

Como impactos secundarios, la digitalización y los dispositivos tecnológicos en las aulas son los nuevos desafíos para los docentes en la actualidad con la constante lucha didáctica en torno a la atención, el interés y la implicación de los estudiantes con las clases. Podemos preguntarnos, ¿Cómo ha impactado Internet en la industria editorial tradicional? ¿Qué nuevos formatos literarios han surgido con la digitalización? ¿Cómo ha cambiado la interacción entre el autor y su audiencia en este nuevo entorno?

La digitalización, con la aparición de las nuevas tecnologías sobre todo desde comienzos del siglo XIX, a partir de Internet fue exponencialmente reformando casi todas las áreas en que el hombre opera, con el objetivo de simplificar el trabajo; áreas en que la digitalización se ha involucrado son incontables: en casi todos los trabajos hay, al menos, una parte administrativa que se hace de la tecnologías, sin mencionar los trabajos que dependan en su totalidad de ellas, siendo muchas veces los mejores pagos; la medicina avanzó drásticamente desde la digitalización en todos sus aspectos, tanto administrativo como en la evolución de tecnologías que mejoren medicamentos; en lo social, se vive la época más globalizada en cuanto a comunicación; en lo político, los partidos y entes periodísticos usan los medios de difusión digitales.

Sin embargo, es en el área de la educación donde la digitalización presenta tanto ventajas como desventajas, es una oportunidad y a la vez un desafío, ya que si bien en el plano administrativo es una mejora, en el aula se encuentra la parte más conflictiva, ya que si bien se cuenta con nuevos métodos didácticos, los contenidos resultan a veces insuficientemente estimulantes en comparación al uso personal de la tecnología por parte de los estudiantes. Las digitalización se hace tanto de recursos tecnológicos como de aplicaciones y sistemas informáticos, ejemplo fundamental de ello son las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación), según Rodríguez, Rubí y Salvattore (2020), son “un grupo de conocimientos, herramientas y prácticas estipuladas para la transmisión de la información, que fue creada a partir de los acelerados cambios tecnológicos que se han suscitado en los últimos tiempos, sobre todo a partir de la aparición de internet”. Estas sirven al hombre moderno para acceder a un sin fin de información. Como se ha dicho, la digitalización ha reformado las áreas y epistemología del conocimiento, por lo que la actividad educativa de la sociedad tiene un nuevo manejo.

Pero Marqués Graells (2012) reconoce la siguiente fluctuación de la relación Sociedad-Tecnología-Educación: “instituciones culturales como museos, bibliotecas y centros de recursos cada vez utilizan más estas tecnologías para difundir sus materiales (videos, programas de televisión, páginas web...) entre toda la población. Y los portales de contenido educativo se multiplican en Internet. Los jóvenes cada vez saben más (aunque no necesariamente del "currículum oficial") y aprenden más cosas fuera de los centros educativos. Por ello, uno de los retos que tienen actualmente las instituciones educativas consiste en integrar las aportaciones de estos poderosos canales formativos en los procesos de enseñanza y aprendizaje, facilitando a los estudiantes la estructuración y valoración de estos conocimientos dispersos que obtienen a través de los ‘mass media’ e Internet” (p. 4, 2012). Se reconoce entonces que la Educación se ha ido adaptando a la digitalización, sin embargo, el conflicto ahora impera en las aulas, ya que fuera de ellas las tecnologías sí funcionan como herramientas muy útiles, lo conflictivo está en adaptarlas a los currículums.