El 13 de enero fue el Día Mundial de la lucha contra la Depresión, un problema que se extiende como una sombra silenciosa en la vida de millones de personas.  En una entrevista reciente con LA PRENSA Streaming, Adriana Echeverriborda abordó el tema. “La depresión no es solo tristeza; es una desconexión profunda con uno mismo y con los demás”. Según la psicóloga, la sociedad actual está obsesionada con el éxito y los estándares inalcanzables, lo que genera un estrés crónico que deteriora tanto el cuerpo como la mente.

Factores sociales y biológicos que alimentan la tristeza crónica

Adriana explicó que el estrés es un factor clave detrás de la depresión y puede dividirse en dos tipos principales: Estrés positivo o adaptativo: el normal. Distrés o estrés crónico: una acumulación, mandatos, deberes, cumplir para el otro y el tiempo se nos pasa.

“Estamos atrapados en un círculo de mandatos: ser exitosos, acumular bienes, cumplir con expectativas irreales. Esto genera un aumento de cortisol, la hormona del estrés, que disminuye la serotonina.

La psicóloga también destacó los distintos tipos de depresión, desde la endógena (que tiene un origen biológico y puede manifestarse desde la infancia) hasta la reactiva, que surge tras eventos traumáticos como pérdidas o rupturas. “Es importante reconocer que la depresión no es una cuestión de voluntad. No es que la persona no quiera salir adelante, es que no puede, porque su sistema emocional está descompensado”.

Del apego al desapego: aprender a soltar para sanar

Uno de los temas centrales de la entrevista fue el apego emocional, tanto en las relaciones como en las expectativas de la vida. Adriana explicó que el apego excesivo puede generar una dependencia emocional que impide avanzar y superar los cambios inevitables.

“Nos cuesta aceptar que todo en la vida es transitorio. Nacemos solos y morimos solos, pero muchos se aferran a personas, situaciones o cosas que ya no están”. Esta dificultad para soltar, explicó, puede derivar en duelos prolongados y depresiones profundas.

Para ilustrar este punto, Adriana compartió una metáfora inspiradora sobre las águilas. “Ellas construyen sus nidos con espinas y plumas suaves. Cuando los pichones están listos para volar, las plumas se retiran y las espinas los incomodan, obligándolos a salir del nido. Así deberíamos aprender a soltar, con amor, pero también con determinación”.

El desapego, según la psicóloga, no significa indiferencia, sino aceptar la vida como un proceso constante de cambio. Este enfoque no solo ayuda a lidiar con el duelo, sino también a fortalecer las relaciones interpersonales.

El rol de la espiritualidad en la búsqueda del equilibrio emocional

Adriana destacó la importancia de incorporar la espiritualidad en el proceso de sanación emocional. En su opinión, entender la vida como una experiencia espiritual ayuda a darle sentido a los altibajos y a afrontar con mayor resiliencia los momentos difíciles.

“Somos energía vital en un cuerpo temporal. Cuando entendemos que la muerte es una transición y no un final, aprendemos a vivir el presente con mayor plenitud”. Este enfoque espiritual no se limita a la religión, sino que se centra en la conexión con uno mismo y con los demás.

También enfatizó que la ansiedad y la depresión son dos caras de una misma moneda. “La ansiedad es exceso de futuro y la depresión, exceso de pasado. Ambas nos desconectan del presente, que es lo único real”, explicó. Para combatir estas condiciones, Adriana recomendó practicar el mindfulness y buscar un propósito en la vida.

Herramientas prácticas para enfrentar la depresión

Adriana compartió estrategias concretas para abordar la depresión y fortalecer el bienestar emocional: Reconocer y validar las emociones: En lugar de ignorar los sentimientos de tristeza o vacío, es importante enfrentarlos y buscar ayuda profesional cuando sea necesario. Cuidar el cuerpo y la mente: Mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio y descansar adecuadamente son pasos fundamentales para mejorar el estado de ánimo. Conectar con el presente: La meditación, el yoga y otras prácticas que promueven la atención plena ayudan a reducir la ansiedad ya vivir el momento. Fomentar la creatividad y el propósito: Explorar hobbies, proyectos o actividades significativas puede proporcionar una nueva perspectiva y renovar la motivación.

Adriana también subrayó la importancia del apoyo social y la comprensión hacia quienes sufren de depresión. “A veces queremos animar a alguien diciéndole: 'Levántate, tienes todo para ser feliz'. Pero eso solo genera más frustración, porque la persona no puede. Necesita que la entendamos y acompañemos en su proceso”.

Una mirada al futuro con esperanza.

La entrevista culminó con un mensaje esperanzador: la depresión, aunque compleja, puede superarse con un enfoque integral que combina el apoyo médico, psicológico y espiritual. Adriana animó a las personas a buscar ayuda profesional ya no subestimar la importancia de hablar sobre sus emociones.

“En un mundo que nos empuja a mirar hacia afuera, debemos aprender a volver a nosotros mismos. Solo así podemos encontrar nuestro verdadero propósito y vivir una vida plena”.

La conversación con Adriana Echeverriborda Puyol nos dejó valiosas lecciones sobre cómo afrontar la depresión en un mundo cada vez más exigente. Su enfoque, que combina ciencia y espiritualidad, nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestra salud mental y la de quienes nos rodean.

En una sociedad que nos empuja a ser “triunfadores”, Adriana nos recuerda que el verdadero éxito radica en encontrar paz interior y conexión con lo esencial. Como ella misma dijo: “El amor es nuestro propósito último, pero para darlo a otros, primero debemos experimentarlo con nosotros mismos”.