Anoche, ya bien entrada la noche, la noticia de su muerte golpeó fuerte. A Carlitos lo entrevistamos en innumerables ocasiones. Daba gusto el entusiasmo con que hablaba de la Asociación de Ciegos de Salto, institución que supo presidir. Hablaba con entusiasmo de todos los talleres que allí se brindan (alguno era dictado por él), pero también de sus planes y sueños para hacer realidad el deporte en personas ciegas. Entonces explicaba sobre el fútbol con una pelota con cascabeles y tantas cosas más que lo desvelaban siempre. Con igual vivacidad, contaba las dificultades que enfrentaba día a día para caminar por las veredas de Salto con su bastón: los golpes que se daba con los obstáculos que la gente se empecina en poner en el camino, el tiempo que le llevaba caminar por calle Uruguay de plaza a plaza…

Como es sabido, esta Asociación perdió su local hace pocos días y embarga a toda esa comunidad una gran incertidumbre. A comienzos de este mes, La Prensa le consultó a Carlitos si tenía algo para comentar al respecto. Se lo notaba muy triste, al punto que aquel hombre siempre entusiasta y positivo, solo se limitó a responder: “Discuplen, pero no voy a hablar, no hay nada que decir”. En esa oportunidad fue la actual presidente de la Asociación quien brindó todos los datos. Fue Esther Reynoso, la misma Esther que anoche escribió: “Carlos María Artegoytia Silva. QEPD. Querido amigo, compañero casi hermano, 15 años luchando codo a codo por nuestra asociación, charlando horas para mejorar nuestra labor y dar mejor calidad de vida a nuestros compañeros, compartiendo alegrías y tristezas. Al partir dejas un vacío enorme en nuestros corazones, pero no te digo adiós sino hasta pronto, descansa en Paz, Amigo”.