El boliviano Evo Morales irá por un cuarto mandato y el venezolano Nicolás Maduro por su segundo, ambos con el afán de consolidarse en el poder en sus respectivos países. Dos sobrevivientes de la "era progresista" latinoameri-cana que inauguran una nue- va "fiebre reeleccionista" en la región.

Maduro buscará la reelección en 2018, anunció ayer miércoles el vicepresidente Tareck El Aissami, confirmando un secreto a voces en Caracas. En 2018 "vamos a tener, Dios mediante, pueblo mediante, la reelección de nuestro hermano Nicolás Maduro", dijo El Aissami, durante un mitin del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Agregó que la reelección de Maduro será la respuesta al "golpismo" de la oposición y a la "persecución financiera y las sanciones" de Estados Unidos.

Maduro, de 55 años, fue elegido para el período 2013-2019 tras la muerte del presidente Hugo Chávez, quien lo ungió como su sucesor. Por ley, las elecciones deben celebrarse en diciembre de 2018, aunque dirigentes opositores y analistas no descartan un adelanto.

En tanto, en Bolivia el fallo judicial que permite a Evo Morales (58) presentarse a la reelección sin restricciones abrió un fuerte debate en ese país.

El oficialismo celebró la noticia, hecha pública por el Tribunal Constitucional (TC), como si proviniese de las urnas, ya que tanto Morales como sus principales colaboradores han entendido que con ello se cumple "el mandato del pueblo boliviano".

Legisladores del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) presentaron en septiembre una demanda ante el Constitucional pidiendo se declaren inaplicables algunos artículos de la Constitución y otros de la ley Electoral que impedían a Morales volverse a presentar.

La ex magistrada Silvia Salame dijo a EFE que la parte más importante del fallo es que el TC "ha dejado sin efecto los resultados del referéndum del 2016" y que, a su juicio, se tomó una atribución que no le correspondía. Un criterio similar es el del constitucionalista Carlos Alarcón, que expresó que con el fallo "se está violando la soberanía popular" manifestada en dicha consulta.

En febrero de 2016 se celebró un referéndum para autorizar una reforma constitucional que permitiera la candidatura de Morales en 2019, con un resultado que fue adverso al gobernante.

La sentencia también favorece a otros funcionarios que no podían postularse.