Si son mios no importa pero...
Haz lo que yo digo no lo que hago, es una máxima que da cuenta de la doble moral o vara a la hora de considerar las acciones personales o políticas. No le corresponde al Pepe Mujica su autoría o práctica, pero desde luego la popularizó con su filosofía cantinflesca, una frase de la calle, del malandraje común y corriente, entendible para la mayoría del público. Y en los hechos ahora forma parte de la gestión emepepista del gobierno que parece ejecutarla con orgulloso legado del ex presidente guerrillero devenido en presidente. El apego formal a la Constitución y la ley no es una condición natural de los gobernantes comandados por Yamandú Orsi, el desafío es violarla con disimulo, salvando las apariencias, asegurando un relato conveniente y beneficioso a los intereses del gobierno.
Primero nombraron como presidente del Instituto Nacional de Colonización al colono Eduardo Viera, una designación claramente anti constitucional y contraria a los reglamentos del Instituto, meridianamente claros al respecto: o era colono o era presidente. Al principio intentaron que se quedase en el cargo, en contra de una opinión generalizada que sostenía la incompatibilidad evidente y notoria. Al final se fue con la cola entre las patas.
Después vinieron los sucesos del presidente de ASSE, el Dr. Álvaro Danza, que era empleado de Mutualistas privadas y ejercía cargos incompatibles. Hasta el equipo de abogados de la JUTEP afirmo rotundamente la incompatibilidad de los trabajos del Dr. Danza. Pero a pesar del escándalo se lo mantiene en el cargo, pero renunció por las dudas a los trabajos incompatibles. En ambos casos, INC y ASSE muestran una actitud dudosa y flexible en la interpretación de la ley para ajustarla a las conveniencias de la izquierda: después de todo y siguiendo con el ex presidente Mujica que decía muy campante que el “Creía más en la política que en la ley”, ergo conversando y negociando se arreglan y se hacen las cosas, confiando en el buen criterio, la confianza y la lealtad partidaria ideológica por parte de las autoridades de turno, lo demás es sanata, compleja burocracia de escritorio y reglamentarismo.
Pero ahora se dan vuelta como una pelota. Era obvio. Acusan al senador colorado Andrés Ojeda de violar la Constitución y amenazan su expulsión del Senado. Dicen que actuó como abogado en un caso vinculado al estado siendo senador de la República. Es una flagrante violación de la ley Magna y posible expulsión de la Cámara por mayoría simple de los senadores. Bien, la interpretación de la ley y los hechos no es correcta pero además desnuda una doble vara evidente, para unos no son relevantes los casos de incompatibilidad y para otros son celosos guardianes de los preceptos constitucionales. Los doctores Eduardo Lust y Rubén Correa Freitas, eminentes constitucionalistas, han dado sus opiniones esclarecedoras de las acciones de Ojeda y las instituciones que están involucradas en el tema. La denuncia de violación de la Constitución es un disparate jurídico y además la intención de expulsión del Senado por mayoría simple es una conducta grave de anti republicanismo radical. ¿Dónde se vio que el oficialismo de turno eche a sus adversarios políticos del Parlamento Nacional de una manera tan artera como sencilla? Incluso el informe de Jurídica del Parlamento concluye que Ojeda no violó la Constitución al ejercer como abogado ante la Fiscalía en un caso privado que representa, y que por ende no debe ser destituido como legislador de la República. Mas claro echale agua pero no, se sigue adelante con el relato...
Así que tapo con el codo lo que escribo con la mano, para los míos el respeto a las normas constitucionales es relativo y ajustado a las pretensiones partidarias pero cuando se trata de los otros: los puntos y las comas de la ley son sagrados y se convierten verdugos de los culpables, que sin excepción son sus adversarios políticos.
Anotaciones Callejeras
Se entiende que hay un problema mayor por la naturaleza del Barrio Parque Solari. Es que al estar al sur del hermoso lugar de esparcimiento y con una bajada prolongada se da que el agua en los días de lluvia baje a raudales (no a "caudales" como alguna vez decía un comunicador de Salto asumiendo nosotros una cuota de humor) lo que complica todo, humedad en las viviendas, calles rotas, arreglos que duran poco, pues la fuerza del agua es tremenda.
Somos Nuestro Tiempo
Uruguay vive una hora compleja. No es una crisis, pero sí un cruce de caminos. Un cruce en el que algunos piden enfrascarnos en disputas menores, agravios estériles, en la política de lastimar al otro y no de mejorar la vida de la gente. Frente a eso, la opción es asumir, con serenidad y firmeza, que el país necesita centrarse en los grandes temas, en aquello que define el destino de una nación y no la suerte de una polémica pasajera.
Rasputín falló en su manipulación...
El clima político de las últimas horas dejó a la vista un fenómeno tan viejo como dañino para la institucionalidad: la presencia de operadores oficiosos —o “monjes grises”— que, amparados en el poder sin responsabilidades formales, pretenden orientar decisiones de Estado a través del ruido, la intriga y la manipulación. El senador Javier García lo definió con una contundencia que hoy parece profética: en todo gobierno sin liderazgo claro, siempre aparece un “Rasputín”. Esta vez, sin embargo, el personaje quedó expuesto. Sus maniobras fallaron, sus relatos se derrumbaron y su influencia, al menos por ahora, quedó en evidencia y cuestionada.