Según datos proporcionados por el propio organismo de educación pública, UTU aumentó en 20.000 su cuota de estudiantes en los últimos cinco años. Lo que es un dato muy importante a tener en cuenta, sobre todo en un contexto educativo de deserción muy fuerte. Recordemos que en Secundaria solo 35 de cada cien estudiantes que ingresan a primero y terminan sexto, o sea el bachillerrato.

Se estima que la matrícula llegará a 90.000 inscriptos en 2014. Desde 2005 creció en un 100% el número de estudiantes que cursan el nivel de Educación Media Básica en la institución. En tanto, la Educación Media Superior tuvo un incremento de 50% y la Educación Superior Terciaria un 115%. Otro punto que hay que tener en cuenta es que UTU va rompiendo lentamente con el prejuicio que ha tenido que sobrellevar, de que sus estudiantes son personas de nivel de inteligencia inferior a los que van a la Universidad, o que es para rezagados.

Este importante aumento del número de estudiantes de UTU se debe al desarrollo de una política educativa, que por una parte, ha favorecido la implementación de una gran diversidad de propuestas para poblaciones con diferentes intereses, y que por otra parte, ha fomentado la incorporación de áreas educativas de innovación y asociadas al modelo productivo del país. Esto tiene vivos ejemplos en nuestra comunidad o región del Litoral, al implementarse cursos como los de fibra de vidrio, degustación y conocimiento del vino, hotelería o técnico prevencionista. Cursos que han captado el interés de un variopinto de interesados que se han sumado con ganas a las capacitaciones que brinda el organismo. 

A lo que podemos agregar, en todo el país, energías alternativas, redes y telecomunicaciones, logística, prevencionista industrial, deporte, aeronáutica y audiovisual. Si se considera el último quinquenio, se observa que el área de educación agro-industrial tuvo un crecimiento en su matrícula de 73%, el área de servicios casi un 40% y el área de Informática algo más de un 30%.  Esto va de acuerdo a todo el desarrollo productivo de todo el país con zonas como la del bajo Litoral que ha tenido una explosión en todo lo que tiene que ver a la forestación, la soja y otros cultivos. Lo que a su vez demanda mecánicos, técnicos industriales y otras profesiones que justamente se forma en la educación técnica.

Al inicio de los cursos de 2014, UTU tiene un total de 80.000 estudiantes  inscriptos para los cursos de Educación Media, Educación Superior Terciaria y Formación Profesional. Se calcula que durante el año se sumarán unos 10.000 adolescentes, jóvenes y adultos más. Aproximadamente un tercio de ellos ingresará a los nuevos grupos que serán abiertos antes de abril y los demás accederán a cursos de capacitación profesional de corta duración.  Del total de 80.000 inscriptos, más de la mitad de los estudiantes lo ha hecho en los niveles de Educación Media Superior y Educación Superior Terciaria de la institución (respectivamente, 47,3% y 8,5%).

Esto a su vez permite ver lo maleable de la propuesta de UTU que no queda atrincherada en cursos clásicos sino que se va presentando a favor de la demanda laboral. Para eso también es clave el papel de la alfabetización laboral cuyas unidades revisten al interior de los institutos como cuadros docentes que tienen, entre otros cometidos, acercar la propuesta educativa al reclamo laboral de la región, leer el desarrollo y el camino del trabajo, la producción, la industria y los servicios y generar, a partir de ese insumo una propuesta pragmática y que permita la mejor inserción laboral del estudiantes que se forma allí.

No deberíamos desatender el notable avance de UTU en los tiempos que corren, no deberíamos dejar pasar por alto su propuesta, perfectible es cierto, pero de reconocida solvencia y atracción que no podemos dejar pasar por alto.