Industria láctea nacional sigue en seria crisis /
A la FTIL le preocupa la situación de los trabajadores
La industria láctea uruguaya sigue bajo amenaza. Si bien la decisión que tomó el Banco República –sobre fines de enero de dar un año de gracia para la amortización de créditos– implicó una bocanada de oxígeno para algunas de las empresas más comprometidas; Pili, Calcar y Claldy, los problemas no solo siguen vigentes, sino que se agravan.
Las cuencas lecheras de casi todo el país, no solo han perdido tambos que han abandonado la explotación por falta de rentabilidad, sino que la actual sequía, agrava aún más el escenario, al caer naturalmente la producción de leche y la correspondiente remisión a las plantas pasterizadoras industriales en funciones.
La situación en Salto
Es justamente la falta de materia prima para el procesamiento, la que hoy agrava las situaciones de la mayoría de las empresas lácteas, situación que también afecta notoriamente a la cuenca lechera salteña, en notorio retroceso y por ende a la local planta de Indulacsa, limitada a recibir algo menos de 7.000 litros de leche que se deriva a la planta de Cardona, Soriano, con precios reiteradamente denunciados como insuficiente, porque no cubre los costos de los tambos.
Indulacsa, como es notorio desde hace unos años, pasó de ser propiedad de grupo mexicano a la multinacional francesa Lactalis, propietaria de la marca Parmalat, con que comercializa sus productos en el mercado nacional.
Indulacsa, pasó en los últimos años, de ser la empresa que más producía y exportaba quesos, luego de Conaprole a una lenta y con permanentes maniobras de “achique” apostando a que se dieran mejores condiciones de precios y producción que le permitieran volver a exportar. Mientras tanto, se dice que si pasado este 2018, no se da esa mejor perspectiva, el cierre y retiro del grupo inversor del país, se habría de dar indudablemente.
La política de achique y la aplicada especialmente en Salto, de desaliento a la producción y actividad de los tambos de la cuenca que le abastecían lo marcan claramente.
La situación ha llevado que la actividad sea mínima en la planta de la zona de Cuatro Bocas o La Gaviota, con la consiguiente afectación al ya reducido personal que allí trabaja. Concretamente en la planta local, la tarea se limita a tener en estiba y en cámaras, quesos producidos, que esperan se colocados.
Todo apunta para mal
A la grave situación de Indulacsa, se suma una muy grave situación en la empresa sanducera Pili y en otras, porque además de mantener un alto pasivo de millones de dólares, siguen sin cobrar exportaciones de lácteos, realizadas a Venezuela, que llegó a ser el más importante mercado para el sector.
La situación, se teme pueda aun agravarse en este ya próximo otoño-invierno, si la seca no llega a su fin antes de esas estaciones y se repone algo de las pasturas y forrajes que necesitan los ganados.
Precios tienden a mejorar
Como es notorio, el panorama adverso, se arrastra desde hace un par de años y si bien al presente los precios internacionales de los lácteos parecen estabilizarse, el gran problema hoy es la caída de la producción en parte por factores climáticos pero también por el abandono de la actividad por muchos tamberos.
Al carecerse en general de un flujo importante de materia prima, las plantas procesadoras, no pueden amortizar su costos fijos y cumplir con sus obligaciones financieras con sus ventas, como es básico y deseable.
Por su parte la Federación de Trabajadores de la Industria Lechera, aspira a lograr que en el sector se aplique una política de Estado que le apuntale y proteja, especialmente a las empresas y cooperativas uruguayas frente a la de capitales extranjeras. Al día de hoy, tras los cierres de Schreiber Foods y Ecolat ya hace tres años, actualmente la única industria en manos de extranjeros que opera en el país es la gigante francesa Lactalis –propietaria de la marca Parmalat y las plantas de Indulacsa en Cardona y Salto. La preocupación del sindicato es lograr un convenio que apunte a preservar el empleo, seriamente comprometido al presente en muchísimas empresas.
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