Rusia desafía a Europa y defiende a Al Assad
Francia y Gran Bretaña consiguieron que la Unión Europea autorizara el envío de armas a los opositores sirios mientras mantiene sanciones sobre el régimen de Bashar Al Assad. La medida disparó la reacción rusa, que ya anunció su propia movida para volver a equilibrar el tablero.
Rusia, no sólo rechazó la decisión de la Unión Europea sino que la consideró un “perjuicio directo” sobre los esfuerzos de una próxima conferencia internacional en Ginebra.
Después del anuncio del levantamiento parcial del embargo, el Kremlin confirmó que enviará los misiles tierra-aire S-300 a Siria “como un factor de estabilización” y buscando disuadir una intervención extranjera. No son sólo cohetes. Los S-300 son la joya de los arsenales rusos y es un arma considerada como el sistema de defensa más moderno y autónomo disponible en el mundo. También lo fabrica China, el otro aliado sirio, con licencia rusa pero que está desarrollando su propio sistema dentro de la misma línea tierra-aire.
“Medidas de esta naturaleza disuaden en gran medida ciertos espíritus incendiados que buscan escenarios en los que el conflicto tomará una atmósfera internacional con la intervención de fuerzas extranjeras”, advirtió el vicecanciller ruso Serguei Riabkov.
El envío ruso incluye cuatro baterías de misiles S-300, seis rampas de tiro y 144 misiles de un alcance de 200 kilómetros por al menos 900 millones de dólares. También impedirán ataques aéreos, zonas de exclusión aérea o una intervención para desmantelar las armas químicas.
Entretanto, un vocero del premier británico David Cameron aclaró que “su gobierno no ha tomado aun la decisión” de armar a los rebeldes.
Comentarios potenciados por CComment