El gobierno conservador de Mariano Rajoy aprobó ayer una reforma que pondrá fin en España al derecho de la mujer a abortar en las primeras 14 semanas de gestación y que además deja fuera las malformaciones del feto como supuesto para la interrupción voluntaria del embarazo.

Dado que el gobernante Partido Popular tiene mayoría absoluta en el Congreso español, se espera que el proyecto de ley sea aprobado con facilidad. La ley tipifica el aborto como un delito, despenalizado únicamente en caso de violación y o de riesgo para la salud física de la mujer.

La medida causó un gran revuelo en España y miles de personas salieron a las calles en Madrid, Málaga, Barcelona y Oviedo para rechazar la norma.

El Partido Socialista (Psoe), el principal de la oposición, apeló a la “conciencia y sensibilidad” de las 76 diputadas del Partido Popular de Mariano Rajoy para evitar que esta ley salga adelante.

La reforma convertiría a España en uno de los países más restrictivos en cuanto a aborto en Europa y va en contra de la tendencia en ese continente. 

Las organizaciones de defensa de las mujeres manifestaron que se trata de “un claro retroceso” en sus derechos. “Nos devuelve a tiempos preconstitucionales”, aseguró la asociación progresista de magistrados Jueces para la Democracia.