Un grupo de 20 militares y funcionarios de seguridad estadounidenses saldrán de Ecuador por exigencia del gobierno, que meses atrás había anticipado su salida por considerar excesivos los efectivos de la embajada en Quito, informó ayer una fuente diplomática.

De esta manera, el gobierno de Rafael Correa concretó la advertencia que había formulado en enero y el 7 de abril, cuando "solicitó formalmente" el fin de las actividades de la oficina de Cooperación de Seguridad adscrita a la embajada de Estados Unidos en Quito.

El grupo militar deberá salir del país antes de que concluya este mes, según el plazo otorgado por el gobierno ecuatoriano, que no ofrece más detalles al respecto.

Correa, quien por estos días cumple una gira por España e Italia, había anunciado en enero que pediría la salida del grupo por considerar "escandalosa" la cantidad de efectivos militares norteamericanos acreditados en Quito.

En diciembre, Correa también puso fin a las actividades de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), acusada de espionaje global estadounidense por el exasesor Edward Snowden.