Por Mario Kroeff Devincenzi
Se dio cuenta en este diario la construcción de una embarcación para paseos en el río por parte de un astillero salteño y destinado a la Intendencia de Paysandú para ser licitado a un operador turístico. Según se anuncia para la próxima temporada de verano Paysandú contará con una embarcación que se destinará a brindar servicios de paseos fluviales y pesca deportiva.

La lancha, que será propiedad de la Intendencia, fue adquirida con recursos departamentales y con aportes del Ministerio de Turismo (MINTUR) y será operada por un concesionario privado. La Intendencia aportó algo más de 8.000 dólares para complementar los casi 40.000 que cedió el Ministerio para la compra.

Astillero Sioux de Salto. La embarcación, que fue construida de acuerdo a los requerimientos formales para el fin que se destinará, “ya está pronta”, confirmó el director de turismo Alejandro Leites y  “ahora falta el peritaje a cargo de la Marina Mercante para luego cumplir con la matriculación frente a Prefectura”. Leites estimó que esas tareas se finalizarán antes que termine  octubre. Durante el mes de noviembre se realizarán los procesos de adjudicación para que los servicios se inicien en diciembre, cuando comience la temporada de playas. Se trata de una Lancha Trucker Mamut, de fibra de vidrio,  semi cabinada con comandos, motor principal de 150 hp y auxiliar de 25 hp. Incluye cabina para tripulación, baño y balsa salvavidas.  La propiedad del vehículo será de la Intendencia y de acuerdo al llamado la explotación se otorgará por el plazo de dos años. El concesionario deberá, además de cumplir otros requisitos, presentar un plan  de negocios y el equipo técnico que tripule la embarcación.

Pájaros Pintados III en Paysandú. En estos días la Intendencia de Paysandú hará público el documento convocando a los interesados en explotar el servicio de la embarcación denominada “Pájaros Pintados III” desarrollando actividades turísticas en el río Uruguay frente a las costas de Paysandú. Los servicios deberán realizarse desde la desembocadura del río Queguay en el norte hasta Casa Blanca al sur, generando oferta de paseos y pesca fluvial por el río Uruguay. Leites destacó el aporte del Ministerio de Turismo, enmarcado en un plan que financia el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Valoró que con la incorporación de la máquina “estamos atendiendo una demanda de muy larga data de los operadores turísticos que reclamaban la posibilidad de que contemos con paseos por el río Uruguay”.

Y por Salto ¿Cómo andamos? El año pasado la intendencia también recibió una embarcación –más o menos en las mismas condiciones- y la directora de turismo local, tras anunciar la buena nueva, prometió los paseos por el río Uruguay sobre la costa de la ciudad a la brevedad, en pleno verano del año en curso. Estaba pendiente el llamado a interesados para brindar el servicio que en primera instancia parece haber quedado desierto y se estaba a la espera de una posible adjudicación directa.  Llegó la temporada estival y no pasó nada, y transcurrió el verano sin noticias de la famosa embarcación… hasta ahora que vuelve al tapete por obra y gracia de su prima hermana sanducera a punto de echarse al agua. 

Semejanzas y diferencias. Lo único parecido del caso salteño con el de Paysandú es la intervención del MINTUR con gran parte de la financiación de la embarcación y la propiedad final de las intendencias departamentales que luego llamarían a interesados para explotar el servicio de paseos y pesca deportiva en el río. Todo lo demás es radicalmente distinto, empezando por la embarcación que en Salto es un catamarán de chapa, de pobre diseño, totalmente disfuncional para el servicio a prestar, de uso peligroso para los pasajeros, sin protocolos de seguridad adecuados y seguramente sin ningún papel en orden ni autorización alguna de los organismos correspondientes para operar en el Río Uruguay. Sin tener en cuenta que para su explotación legal la obligación de contar con tripulación profesional, los seguros de vida y de accidentes pertinentes y un plan rentable de operaciones que incluya una empresa formal con impuestos incluidos, todo de acuerdo a las exigencias del MINTUR para cualquier prestador de servicios turísticos, desde un ómnibus de transporte a una flotilla de turismo aventura en medio del campo. Así de sencillo…y trágico, además con una embarcación absolutamente inadecuada, producto de la desidia e incompetencia de las autoridades ministeriales que gastaron más de 40 mil dólares en la construcción de una nave inservible e inútil.

No encontraron a nadie valiente.  Claro que en estas condiciones no habrán encontrado a nadie que se le anime de manera alguna, ni que se la den gratis y subsidiada y por ello –según parece- está tirada y abandonada en algún lugar del puerto de Salto a la espera de mejor vida. Quizás la podrían destinar para el Lago de Salto Grande y para usufructo del Yatch Club o del Hotel Quiroga para el disfrute de turistas alojados o visitantes eventuales del parque. Me imagino que el lago es un ambiente más amigable para el catamarán municipal y el negocio en manos de los citados podría ser viable. De lo contrario serán miles de dólares tirados por la borda, valga la metáfora.  No tengo idea de la suerte de la lancha en Paysandú, si habrá interesados para explotarla de manera rentable, segura y formal. En estos temas no se trata de un mero práctico de río y un paseo en chalana, es un transporte de turistas o usuarios locales que deben tener todas las seguridades y garantías correspondientes, y eso cuesta plata. Digamos además, que en tal sentido no se podrá cobrar un pasaje simbólico sino uno importante para costear adecuadamente el servicio. A capacidad completa de 10 pasajeros por lo menos no me imagino un boleto menor a 30 dólares per cápita, ¿y sin son menos pasajeros, como se afrontan los costos operativos? Tripulantes, nafta, seguros, tarifas portuarias, mantenimiento…